El corazón del Paisaje de la Luz

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El corazón del Paisaje de la Luz

Autor:
Antonello Dellanotte

Fecha de captura:
30 de marzo de 2022

Lugar de captura:
Calle de Felipe IV

El corazón del Paisaje de la Luz: un viaje a través de la historia de Madrid

El Paisaje de la Luz, declarado Patrimonio Mundial en 2021, es un tesoro cultural y arquitectónico que encapsula la rica historia de Madrid. En el corazón de este paisaje se tomó una fotografía que captura la esencia de la ciudad a través de tres icónicos edificios: el edificio de la Real Academia Española (RAE) a la izquierda, la majestuosa iglesia de los Jerónimos y su claustro en el centro, y asomando a la derecha, el Museo del Prado. Esta escena es un viaje a través del tiempo, desde el Madrid del siglo XV hasta nuestros días.

El Corazón del Paisaje de la Luz, tal como se captura en esta fotografía, es un homenaje a la riqueza cultural y arquitectónica de Madrid. Los edificios emblemáticos de la Real Academia Española, la iglesia de los Jerónimos y el Museo del Prado son guardianes de la historia de la ciudad y su evolución a lo largo de los siglos. A través de esta imagen, podemos contemplar la esencia misma de Madrid y apreciar cómo su patrimonio se ha mantenido vivo y vibrante a lo largo del tiempo. El Paisaje de la Luz es un regalo para el mundo, un recordatorio de la importancia de preservar y celebrar la historia y la cultura que nos han dado forma como sociedad.

Exploramos la historia de cada uno de estos edificios y cómo esta fotografía inmortaliza su importancia en el Paisaje de la Luz:

El edificio de la RAE
Situado en el número 4 de la calle Felipe IV de Madrid, en el distrito de Retiro, junto al Museo del Prado y la iglesia de los Jerónimos, el edificio de la Real Academia Española (RAE) es un pilar fundamental del Paisaje de la Luz. Esta joya arquitectónica fue concebida bajo la mano creativa de Miguel Aguado de la Sierra (1842-1896).

La construcción de la actual sede académica se llevó a cabo entre 1891 y 1894, sobre un solar cedido por la Corona a la corporación para tal fin. El edificio, de estilo clasicista, se presenta como una obra maestra de la arquitectura de la época. Con una planta rectangular, aproximadamente ochenta metros de largo por cincuenta de ancho, se alza exento en la trama urbana. Su entrada principal, orientada al oeste y rodeada de un pequeño jardín, se abre a la calle Ruiz de Alarcón. La estructura cuenta con tres plantas bajo cubierta y un semisótano (fuente: RAE).

La RAE se erige como un guardián de la lengua española, un testigo silente de la evolución del idioma y la cultura a lo largo de los siglos, representando así la historia lingüística de España y su compromiso con la preservación de esta herencia.

La Iglesia de los Jerónimos y su Claustro
El antiguo monasterio de San Jerónimo el Real, cariñosamente conocido como «Los Jerónimos,» ocupa un lugar destacado en la historia de Madrid y la monarquía española. Fundado a finales del siglo XV, por orden de los Reyes Católicos, fue concebido como un lugar de alojamiento para la Familia Real durante sus estancias en la villa. Esta joya arquitectónica combina elementos góticos tardíos con influencias renacentistas, un testimonio de la evolución de los estilos arquitectónicos a lo largo de los siglos.

A lo largo de su historia, el monasterio y su iglesia han sido escenario de eventos cruciales para la Corte y la monarquía española. Desde juras de herederos hasta bodas reales, este lugar sagrado ha presenciado momentos trascendentales. Incluso en tiempos más recientes, en 1906, el rey Alfonso XIII contrajo matrimonio con Victoria Eugenia de Battenberg en la iglesia de San Jerónimo.

Sin embargo, los Jerónimos también vivieron momentos oscuros, como la destrucción sufrida durante la Guerra de la Independencia en 1808. El monasterio se convirtió en un cuartel de artillería y sufrió daños considerables. A pesar de ello, a lo largo de los años, se emprendieron esfuerzos de restauración y conservación, como la restauración interior realizada para la jura de Isabel II en 1833.

Uno de los momentos más significativos en la historia reciente del monasterio fue su transformación en parte del Museo del Prado en el siglo XXI. El claustro, que había sufrido un abandono devastador, fue desmontado y reconstruido meticulosamente como parte de la ampliación del museo diseñada por Rafael Moneo. Esta intervención rescató el claustro del olvido y lo reintegró a la vida cultural de Madrid.

Además, en el siglo XIX, el arquitecto Narciso Pascual Colomer desempeñó un papel crucial en la restauración de la iglesia del monasterio. Francisco de Asís, consorte de Isabel II, encargó a Pascual Colomer la tarea de restaurar la iglesia, que incluyó la construcción de las icónicas torres que flanquean el ábside. Estas torres se convirtieron en un elemento distintivo de San Jerónimo el Real y son una muestra del compromiso con la preservación del patrimonio histórico.

Hoy en día, San Jerónimo el Real sigue siendo un lugar de importancia histórica y cultural en Madrid, donde la arquitectura renacentista, la rica historia monárquica y la evolución artística convergen para contar la historia de España a lo largo de los siglos. Su restauración y conservación han permitido que las generaciones actuales y futuras aprecien y celebren este tesoro arquitectónico y cultural.

El Museo del Prado
El Museo del Prado, también conocido como Museo Nacional del Prado, se encuentra en Madrid, España, y es uno de los museos más destacados y visitados del mundo. Es considerado la institución cultural más importante de España y forma parte esencial del Paisaje de la Luz.

Este icónico museo es uno de los elementos más importantes del Madrid de Carlos III, el rey que impulsó su construcción en el siglo XVIII. El proyecto arquitectónico del actual edificio del Prado fue aprobado por Carlos III en 1786 y se considera una obra cumbre del arquitecto Juan de Villanueva. Su diseño neoclásico es una joya arquitectónica que encaja perfectamente en el entorno urbano de Madrid.

El Museo del Prado alberga una impresionante colección de obras maestras españolas y europeas de los siglos XV al XIX, con una destacada presencia de artistas como Velázquez, el Greco, Goya, Tiziano, Rubens y el Bosco. A pesar de ser conocido por su enfoque en la pintura europea, el Prado no es un museo enciclopédico como el Louvre, sino una colección intensa y distinguida, que ha influido en generaciones de artistas.

El Museo del Prado es parte del Triángulo del Arte de Madrid junto con el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Su historia se remonta al siglo XVIII, y a lo largo de los años ha enfrentado desafíos, como robos y la evacuación de obras durante la Guerra Civil española. El museo ha experimentado mejoras significativas en infraestructura para satisfacer la creciente demanda de visitantes y la conservación de sus valiosas obras de arte. Su presencia en el Paisaje de la Luz y su importancia en la época de Carlos III lo convierten en un tesoro cultural inestimable de la ciudad.